¿Podemos comer tomates con diabetes?
La diabetes mellitus es una enfermedad del sistema endocrino. Este trastorno se asocia a una deficiencia de insulina en el organismo y, en este contexto, una dieta equilibrada es de especial importancia. Los alimentos se clasifican según su índice glucémico y se dividen en los que se pueden comer, los que no se pueden comer y los que se pueden comer ocasionalmente si realmente se quiere. No importa si el producto es una fruta, un cereal o una verdura, cada uno se evalúa por separado. Los tomates han recibido luz verde en la dieta de los diabéticos, y tienen toda una lista de beneficios para la salud que son muy importantes para los trastornos endocrinos.
Composición y beneficios
Las verduras tienen un alto contenido en agua y los tomates no son una excepción. Esto es bien conocido por las amas de casa que prefieren preparar pasta de tomate casera. Las sustancias útiles se disuelven en el zumo y en esta forma son absorbidas muy fácilmente por el organismo. En la composición:
- vitaminas;
- aminoácidos;
- enzimas;
- celulosa;
- pectinas;
- azúcares de la fruta;
- cobre;
- cobalto;
- beta-caroteno;
- ácidos grasos de alto peso molecular y fenolcarboxílicos;
- carotenoides.
Una de las sustancias más útiles es el licopeno. El cuerpo no la produce; sólo puede reponerse externamente, con los alimentos. Su valor radica en su capacidad para unirse y eliminar los radicales libres, detener el desarrollo de la aterosclerosis y las anomalías cardiovasculares. Al mismo tiempo, el índice glucémico del tomate es de 10 con el valor permitido de 55 unidades, y el valor calórico es de 18 kcal. No en vano se le llama la "manzana de oro", el tomate se encuentra entre los líderes de las verduras por sus efectos beneficiosos para el organismo. No es un premio tres, pero sin duda está entre los diez primeros. La cantidad de fruta no está limitada, el propio cuerpo le dirá cuándo está lleno de elementos necesarios.
Las verduras se recomiendan frescas o en forma de zumo cuando:
- Existe un riesgo de estreñimiento crónico.
- Peristaltismo lento, sin apetito.
- Inmunidad reducida.
- Existe un riesgo de anemia.
- Hay una tendencia a ganar peso.
- Presión arterial alta y cambios de humor.
Por qué los tomates son esenciales para la diabetes
Una alteración del sistema endocrino desencadena una serie de fallos en otros sistemas:
- la regeneración se ralentiza;
- los vasos sanguíneos se vuelven frágiles;
- el riesgo de enfermedades oculares aumenta;
- la probabilidad de cáncer aumenta.
Todos estos problemas se reducen si se incluye regularmente el tomate en la dieta, guiándose por el adagio de que "somos lo que comemos". Y este producto es mucho más saludable que las patatas fritas y las piruletas porque las sustancias que contiene no sólo aceleran el metabolismo, sino que también aumentan la resistencia del organismo a los virus y las bacterias. También inhibe el hígado graso, reduce el apetito y ayuda a controlar el peso, y mejora la piel y el cabello.
Una pequeña porción de ensalada de tomate fresco con hierbas y aceite de oliva o con aderezo de zumo de limón favorecerá la digestión, reducirá la coagulación de la sangre y evitará que el sistema vascular forme placas de colesterol. El efecto diurético combatirá con éxito la hinchazón.
Es importante: El tomate, gracias a su contenido en serotonina, es capaz de prevenir el desarrollo de la depresión.
Cocinado correctamente y comido con gusto
Los tomates frescos son especialmente útiles, pero su adición a los platos no reduce la eficacia para el organismo, porque muchas sustancias, especialmente el licopeno, no se descomponen con un tratamiento térmico de corta duración. Sólo las vitaminas B se ven afectadas, pero no tanto. En 100 gramos de producto fresco hay sólo 18 kcal, con 2,6 g de hidratos de carbono. Esta verdura no contiene colesterol y no eleva los niveles de azúcar en sangre. No se recomienda comerlo a cucharadas. La dosis óptima sería de 2 a 4 frutos de tamaño medio. También conviene tener en cuenta que, entre todas las variedades, son las de color rojo vivo y rojo oscuro las más beneficiosas para la diabetes, ya que contienen la máxima cantidad de licopeno. Los amarillos, marrones y casi negros son estéticamente atractivos, pero son algo menos útiles.
Los nutricionistas recomiendan la fruta fresca, ligeramente aliñada con aceite vegetal. Se combinan perfectamente con granos germinados de trigo y avena, lo que aumentará varias veces el contenido de vitaminas en una ensalada tan brillante y sabrosa.
Entre los líderes del menú para la diabetes se encuentran platos como:
- puré de sopa de tomate;
- espaguetis con salsa de tomate;
- Aves de corral vistas con tomates.
Si realmente quieres un tomate en escabeche, tampoco es un problema, sólo dale preferencia a los encurtidos y escabeches caseros con un mínimo de vinagre.
A la hora de comprar, hay que prestar atención a la calidad del producto. Las verduras importadas que se compran fuera de temporada, la fruta marrón inmadura o de color "lechoso" o las verduras de invernadero pueden ser perjudiciales para la salud. Sí, a veces quieres darte un capricho con el sabor del verano en invierno, pero recuerda que el aumento de conservantes y nitratos en la diabetes tarda mucho tiempo en eliminarse, así que no merece la pena el riesgo. Si un día es impensable sin un tomate, entonces para el invierno una gran solución es hacer jugo de tomate sin sal, y no se hierve, y se esteriliza a 85 grados. Se bebe como un plato independiente, no combinado con otros productos. Es bueno para ti de esa manera.
Si tiene diabetes, puede y debe comer tomates, siguiendo las recomendaciones del médico y con moderación.
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