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Lechuga de hoja: propiedades útiles y contraindicaciones

Los cocineros modernos suelen utilizar la lechuga de hoja como base de diversos platos principales. Sin embargo, en la mayoría de los casos, se utiliza como ayuda decorativa en la decoración del plato servido. Este enfoque se debe a la forma conveniente y al aspecto atractivo de la planta. Sin embargo, no debemos olvidar sus propiedades útiles y su valor vitamínico, que tanto necesita el cuerpo humano.



Hoy en día, la lechuga de hoja es fácil de encontrar en el mostrador de cualquier supermercado, lo que la convierte no sólo en un ingrediente culinario útil y atractivo, sino también en un elemento fácilmente disponible para reponer el cuerpo con micronutrientes esenciales.

Esta hortaliza es uno de los diez alimentos vegetales más sanos y ricos en vitaminas y minerales beneficiosos. Es el líder indiscutible en contenido de calcio y sólo es superado por las espinacas en cuanto a minerales. Además, la lechuga de hoja es superior a otros alimentos en su concentración de vitamina K, que ayuda a mejorar la coagulación de la sangre. Ayuda a prevenir el sangrado de las encías y las hemorragias nasales, que afectan a ciertos grupos de personas.

Beneficios y perjuicios de la lechuga de hoja

Además, la lechuga contiene una buena cantidad de ácido fólico, que ayuda al buen funcionamiento del sistema circulatorio y refuerza el sistema inmunitario. Por último, cabe destacar que esta hortaliza pertenece al grupo de productos dietéticos bajos en calorías y que ayudan a mejorar la digestión.

Tipos de lechuga de hoja

En el mundo culinario se conocen más de 100 variedades diferentes de lechugas de hoja que se utilizan para preparar diversos platos. Pueden ser de hoja o de col y varían tanto en forma como en color. La forma y el tamaño de las hojas también pueden variar considerablemente de una especie a otra. Algunas adoptan la forma de hojas grandes y sólidas, similares a las de la col, mientras que otras son pequeñas y recuerdan más a la menta o a la acedera. Además, hay variedades populares que se encuentran en todas partes.

Lechuga

Esta variedad de lechuga de hoja es la más común. La principal diferencia de esta hortaliza es que, a medida que crece, las hojas de la planta forman pequeñas formaciones redondeadas que parecen cabezas de col débilmente compactadas. Para conservar la rica base vitamínica, las hojas cortadas se lavan con agua fría y se separan en componentes grandes o se utilizan enteras.

Además de la forma de col, la lechuga también puede adoptar una forma de hoja. Por otra parte, se recomienda picar la lechuga muy finamente, ya que el máximo valor es el jugo extraído. Se distingue simplemente por el contraste de su color, en el que las vetas burdeos destacan sobre el fondo verde.

Rucola

Se trata de una de las primeras variedades de lechuga y se utilizaba ya en la cocina de la antigua Roma. Hoy en día la cultivan los agricultores del sur de Europa. Las hojas jóvenes de esta ensalada se consideran las más valiosas porque no tienen un sabor amargo, a diferencia de las hojas más viejas.

El final de la primavera y el principio del verano son las épocas más favorables para la recolección de esta hortaliza, durante la cual tiene el mejor sabor y contiene la mayor concentración de vitaminas. Esta planta contiene mucho ácido ascórbico y caroteno. La rúcula permite realizar excelentes combinaciones de sabores con la mayoría de las verduras utilizadas en la cocina.

Lechuga romana o romana

En el lenguaje común, esta lechuga de hoja se llama también col china, con la que se prepara la popular ensalada César. La planta madura adopta la forma de un brote suave y alargado de forma ovalada. Las hojas son de color verde pálido, que tienen un jugoso crujido y un sabor agrio y ligeramente picante que sirve de rasgo distintivo de esta hortaliza. El romano también se utiliza medicinalmente para prevenir y curar varias enfermedades. Además, esta ensalada se incluye en las dietas por su alto contenido en sodio.

Iceberg

Esta planta tiene un nombre adicional, "ensalada de hielo", y su sabor es muy parecido al de la col a la que estamos acostumbrados por sus hojas duras y quebradizas, que son capaces de crujir. Debido a estas cualidades y al agradable sabor de la propia lechuga de hoja, se añade muy a menudo a combinaciones de verduras frescas. Los creadores de esta variedad de lechuga fueron criadores de plantas californianos que originalmente la bautizaron como "lechuga crujiente".

El nuevo nombre se le dio ya en el siglo XX por la forma especial en que se almacenaba durante el transporte. Para preservar la frescura de las lechugas de hoja durante su entrega en los mercados de los estados vecinos, los productores tenían que espolvorearlas con hielo picado, lo que posteriormente contribuyó a su nombre.

Composición y calorías

Las investigaciones de los expertos modernos confirman que las propiedades beneficiosas de la lechuga de hoja verde son una excelente medida preventiva contra una serie de enfermedades conocidas. Así, la composición de calidad del vegetal puede prevenir la formación de las causas de la enfermedad de Alzheimer, fortalecer el tejido óseo y el esqueleto humano en general. La fibra de la planta mejora la digestión. Su rico contenido en minerales mejora la piel y las mucosas.

Composición química
La inestimable utilidad de la lechuga de hoja como cultivo vegetal se explica simplemente por la riqueza de su composición química. El agua, los hidratos de carbono, la fibra, una pequeña cantidad de proteínas y casi nada de grasa son los principales componentes de la planta. Más que ningún otro lugar, contiene una alta concentración de oligoelementos útiles como

  • fósforo;
  • de hierro;
  • Yodo;
  • cobre;
  • cobalto;
  • potasio;
  • sodio;
  • de zinc.

También son ricos en vitamina K, que ayuda a mantener la coagulación de la sangre dentro de límites aceptables. Tienen un alto contenido en vitamina C, superior al de los cítricos como los limones o las naranjas. Además, la lechuga de hoja verde tiene una alta concentración de caroteno, así como de carotenoides que ayudan a mejorar la visión. Además, hay mucho ácido fólico, que es esencial para las mujeres embarazadas y las madres lactantes. Gran beneficio de este componente también para los niños en crecimiento durante la formación del esqueleto.

Valor calórico
Este producto se considera dietético por su bajo contenido calórico: 100 g de hojas frescas contienen sólo 15 kilocalorías. Por esta razón, la lechuga de hoja puede estabilizar los niveles de azúcar en sangre y servir como profiláctico contra la obesidad. Tiene una alta concentración de ácido ascórbico, lo que lo convierte en un excelente antioxidante y retrasa el proceso de envejecimiento de las células. Se utiliza sobre todo en crudo y puede añadirse a ensaladas de verduras, embutidos y guarniciones de todo tipo.

¿Cuál es la utilidad de la ensalada de hojas?

El alto contenido de sustancias beneficiosas en altas concentraciones en las hojas de la lechuga la convierte en un ingrediente insustituible en la dieta diaria. Se recomienda tanto para hombres como para mujeres, incluso durante el embarazo o la lactancia. Esta hortaliza se recomienda a los niños durante el periodo de desarrollo corporal y a las personas mayores como una excelente medida preventiva.

Los beneficios de la lechuga de hoja

Para las mujeres

Las propiedades cosméticas de las hojas de lechuga también pueden tener efectos beneficiosos para el cuerpo femenino. Para ello, se empapa un número considerable de hojas de lechuga en agua moderadamente caliente para darles después un baño caliente. Este sencillo tratamiento ayuda a regenerar la piel y le da elasticidad.

Para los hombres

Las vitaminas del grupo B que se encuentran en las lechugas de hoja verde ayudan a fortalecer muchos sistemas vitales del cuerpo de los hombres. Y con la falta de este componente esencial puede ser la irritabilidad que conduce al insomnio, el aumento de la probabilidad de extremidades entumecidas se observará alta fatiga.

Si se presentan estos síntomas, los expertos recomiendan incluir la lechuga en la dieta, ya que se puede combinar con muchos alimentos diferentes y se puede utilizar en una variedad de recetas. Esta verdura es muy útil para los deportistas que realizan grandes esfuerzos físicos, ya que ayuda a reducir los efectos dolorosos que se producen después.

Entre otras cosas, la composición de la lechuga puede promover el crecimiento y el rebrote del cabello. Para ello, se prepara una tintura especial a partir de las hojas, que puede penetrar profundamente en la epidermis y nutrir las raíces del cabello. También tiene efectos beneficiosos en la reparación de las células dañadas.

Cuando está embarazada

El ácido fólico, que abunda en esta verdura, permite a las mujeres embarazadas regular el equilibrio hormonal. Además, favorece el proceso de activación de la función reproductora. Además, este suplemento dietético reduce la probabilidad de parto prematuro, así como la amenaza de aborto. Los microcomponentes que componen las hojas de lechuga ayudan a garantizar el pleno desarrollo del feto.

Cuando la lactancia materna

Se recomienda una infusión acuosa de semillas de lechuga para mejorar la lactancia y las características de la leche materna. Además, la lechuga incluida en la dieta de una madre lactante ayuda a desarrollar los tejidos óseos y musculares del bebé. Esto se debe a la alta concentración de calcio en la composición de la planta.

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Para los niños

A los niños no se les prohíbe en absoluto incluir la lechuga en su dieta, incluso hay ciertas recomendaciones al respecto. Esto se debe al alto contenido de diferentes vitaminas como la C, K, B, B4, P y E, así como a la alta concentración de potasio y calcio. La verdura tendrá un efecto beneficioso en los trastornos gástricos, problemas del sistema urogenital o nervioso. Las hojas de lechuga tienen cualidades refrescantes, favorecen la sedación general, estabilizan el equilibrio hídrico y mejoran el sueño.

Para perder peso

Las hojas de lechuga han sido un componente integral de varias dietas de pérdida de peso durante mucho tiempo. Las deliciosas variedades de esta verdura encabezan la lista de las modernas dietas hipocalóricas. Esto no es sorprendente, ya que una media de 100 gramos del producto contiene sólo 16 kilocalorías. Junto con los altos niveles de oligoelementos, esta es una razón convincente para su aprobación inequívoca por la mayoría de los nutricionistas.

Además, las hojas de lechuga son capaces de añadir volumen a los alimentos expuestos, realzando el sabor de las verduras y los productos proteicos. Esta útil planta permite enriquecer el organismo con vitaminas durante todo el año. Además, es fácil de cultivar en casa en una cama o en un invernadero para el consumo diario.

La lechuga en la medicina

Las cualidades útiles de las hojas de lechuga se utilizan ampliamente no sólo en las delicias gastronómicas, sino también con fines médicos y cosméticos. Esta planta se cultiva desde la antigüedad en los países mediterráneos, donde se consideraba una panacea para muchas enfermedades. Hoy en día, esta hortaliza ha ganado popularidad en todo el mundo como producto bajo en calorías, rico en oligoelementos útiles y que puede actuar como un eficaz profiláctico. Sin embargo, hay enfermedades en las que la lechuga puede causar daños.

Para la diabetes mellitus

Las personas con diabetes mellitus no tienen la oportunidad de comer como los demás, la enfermedad les obliga a seguir una determinada dieta. Se les restringe la ingesta no sólo de alimentos proteicos, sino también de un determinado grupo de frutas y verduras. Es muy difícil para estas personas reponer el equilibrio necesario de micronutrientes en el cuerpo debido a las múltiples prohibiciones. Para ellos un producto insustituible puede ser la lechuga, que contiene una alta concentración de vitaminas y minerales esenciales, pero casi no tiene grasa y es baja en calorías.

Para la pancreatitis

Las personas que sufren enfermedades gastrointestinales tienen que revisar completamente su dieta, eliminando todo tipo de irritantes de los alimentos. A pesar de su utilidad, las hojas de lechuga tampoco se libran de una dura selección debido a su alto contenido en diversos ácidos. En las exacerbaciones de la pancreatitis tales pacientes tienen que adherirse a la inanición, y en otros casos, la lechuga en forma fresca se les permite comer no más de 2 veces a la semana.

Para la gastritis

Las hojas de ensalada también deben tratarse con precaución en esta enfermedad gástrica y deben comerse con mucha moderación para evitar una recaída. En el caso de la gastritis, las ensaladas verdes sólo deben servirse finamente picadas para que se absorban lo más rápidamente posible con el menor tiempo de contacto con la mucosa gástrica.

Con gota

Esta es una de las enfermedades en las que las hojas de lechuga entran en la categoría de alimentos prohibidos. Esto se debe a su alto contenido en purinas: por cada 100 g de lechuga contienen hasta 55 mg, lo que sin duda aumentará los niveles de ácido úrico, peligrosos en estos casos. Para los pacientes con gota, se permite el consumo de eneldo y perejil de hoja verde, y en cantidades limitadas.

Aplicaciones cosméticas

La riqueza de elementos beneficiosos de las hojas de lechuga se utiliza no sólo con fines culinarios y médicos, sino también para el cuidado de la piel. Esta versátil hortaliza se utiliza para preparar una gran variedad de mascarillas y tónicos faciales. La alta concentración de minerales que contiene la planta le permite no sólo nutrir las células de la piel, sino también estimular el proceso de rejuvenecimiento.

La lechuga de hoja en los cosméticos

Tónico facial de lechuga

Para preparar este remedio, elige hojas de lechuga grandes y exprime el jugo de las mismas, utilizando para ello una picadora fina o un exprimidor. Para una ración se necesitan 2 cucharadas de hojas de lechuga exprimidas, que se mezclan con 1 cucharada de aceite de oliva y 1 cucharadita de zumo de limón recién exprimido. La mezcla se aplica sobre la piel durante 15 minutos, después de lo cual se lava con agua tibia.

Mascarilla para pieles normales

Se utiliza para nutrir la piel y darle un aspecto fresco. Para prepararlo, pica finamente las hojas de lechuga y toma 1 cucharada de la mezcla. A continuación, vierta una cucharada de aceite vegetal y una cucharadita de zumo de limón. Todos los ingredientes se mezclan a fondo y se aplican en el rostro. En 15 minutos se retira la mascarilla con agua tibia.

Para pieles secas

Para la preparación de esta mezcla es finamente picado hojas de lechuga jugosa y 1 cucharada de la masa resultante verter 1 cucharada de crema agria. Si la piel está excesivamente seca y es propensa a la descamación, es mejor utilizar doble crema en lugar de crema agria. A continuación se añade una cucharada de aceite vegetal y una cucharadita de zumo de limón, tras lo cual se mezcla todo bien. La mascarilla resultante se aplica en la cara durante 15 minutos, y luego se lava con agua tibia.

Para pieles grasas

Para hacer una mascarilla facial según esta receta, tome hojas de lechuga suculentas y tritúrelas. Se añade la clara de un huevo y una cucharadita de zumo de limón. A continuación, se amasan bien todos los ingredientes y se aplican sobre el rostro durante 15 minutos. Cuando termine el tiempo, aclare la máscara con agua fría.

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Aplicaciones de cocina

Antes de preparar un tentempié a base de lechuga, hay que prepararlo. Lo primero que hay que hacer es cortar las raíces del manojo y luego separar suavemente las hojas. Durante el desmontaje, hay que eliminar las malas hierbas accidentales y quitar las hojas dañadas o que muestren signos de sequedad. A continuación, las hojas seleccionadas se lavan con agua corriente o en un recipiente grande. Mire con cuidado por las hendiduras de las hojas, ya que puede haber tierra o insectos al acecho en ellas. Lavar la lechuga en agua muy fría, lo que le da una mayor firmeza.

Secar las hojas lavadas con una toalla o papel de cocina. Las hojas enteras se pueden utilizar para diversas ensaladas o se pueden arrancar en pequeños trozos con la mano. Con menos frecuencia, la receta pide que se corte la lechuga con un cuchillo, en cuyo caso hay que asegurarse de que el utensilio esté afilado para que no aplaste las hojas.

Prepare la ensalada justo antes de servirla, de lo contrario es probable que se marchite rápidamente. Para una porción, 50 g de verduras son suficientes. Para que la ensalada que se ponga sobre la mesa deleite al consumidor con un sabor agradable y enriquezca la variedad de vitaminas, hay que tener en cuenta algunas reglas importantes.

  1. A la hora de cocinar, es mejor dejar las hojas pequeñas enteras, y las hojas grandes no deben cortarse con un cuchillo, sino rasgarse con las manos.
  2. No preparar la ensalada mucho antes de servirla. Se prepara justo antes de la comida y se adereza justo antes de su consumo.
  3. Por muy atractiva que sea, la lechuga no sólo se utiliza para decorar las comidas, sino que se sirve como guarnición, para complementar los productos proteicos o como aperitivo por derecho propio.
  4. Va muy bien con ajo o zumo de limón, en cuyo caso ni siquiera es necesario salarlo.
  5. Más no siempre es mejor y por eso no se recomienda utilizar varias variedades de ensalada en el mismo plato. La única excepción es un aperitivo que se prepara especialmente a partir de varias variedades de ensalada.

Observando las reglas anteriores, todo aficionado a la cocina tendrá la oportunidad no sólo de disfrutar de las cualidades gustativas de la popular hortaliza, sino también de obtener un potente impulso vitamínico.

Daños y contraindicaciones

No se han identificado cualidades nocivas pronunciadas en la lechuga, que se considera un producto dietético con una alta concentración de vitaminas y minerales. Sin embargo, las lechugas frescas no se recomiendan a las personas con enfermedades gastrointestinales (por su contenido en ácido fólico) ni a las que tienen una intolerancia individual a este producto.

Cómo elegir y conservar las lechugas de hoja

El principal indicador de la calidad de cualquier ensalada es su frescura. Por lo tanto, conviene examinar cuidadosamente las hojas para detectar cualquier signo de hojas marchitas, ennegrecidas o dañadas. Además, conviene saber que la presencia de mucosidad en los tallos también indica una mala calidad. Si tiene que elegir una hortaliza en una coliflor, deben preferirse los ejemplares no especialmente grandes y fuertes, caracterizados por su simetría. Sin embargo, los brotes demasiado firmes pueden tener un sabor poco importante.

Cómo elegir y conservar las lechugas

Las lechugas se conservan mejor en el frigorífico, en el compartimento de las verduras, y deben colocarse en una bolsa de plástico antes de guardarlas. También es importante recordar que debe secarse ligeramente antes de guardarla, ya que las lechugas húmedas se empapan rápidamente. En todos los casos, las lechugas se conservan mejor que las de hoja.

¿Puedo congelar

No se recomienda la congelación en el congelador. La congelación hará que el producto pierda su valor vitamínico y su sabor, las características más valiosas que hacen que la ensalada sea muy apreciada por los consumidores.

¿Se puede liofilizar la lechuga?

Lo mismo ocurre con la lechuga seca. Cuando la lechuga se seca, no sólo pierde su sabor y sus valores vitamínicos, sino que incluso cambia su color inicial y pierde por completo su atractivo.

Cómo conservar las lechugas de hoja para el invierno

Para una conservación más prolongada, lo mejor es sumergir las hojas de lechuga en un adobo. De este modo, el producto puede almacenarse durante varios meses, proporcionando a la mesa de la anfitriona elementos útiles durante todo el invierno.

Vídeo: Cómo almacenar correctamente las hojas de lechuga Ampliar a

Cómo cocinar la lechuga de hoja: Recetas

Para hacerse una idea completa de las combinaciones de sabores preferidas, se sugiere tener en cuenta algunas recetas sencillas.

Con zumo de limón

Para esta receta necesitarás 4 manojos de lechuga, 50 g de aceite de girasol, 1 cucharada de zumo de limón (puedes usar vinagre), mostaza, pimienta molida y sal.

Primero dividir la lechuga en hojas separadas, y si son muy grandes, cada una en varias partes. A continuación, lavar bien las hojas con agua fría y dejarlas escurrir un rato. Después, preparar la salsa mezclando todos los demás ingredientes. El último paso es aderezar la ensalada con el aliño, justo antes de servirla.

Con mostaza

Para esta receta se necesitan 4 manojos de lechuga, 50 g de aceite magro, el zumo de medio limón, 1 cucharada de mostaza, un poco de eneldo y sal.

Disecar las hojas de lechuga y dividir cada una en cuatro partes. A continuación, prepare el aliño mezclando el resto de los ingredientes. Justo antes de servir, poner la ensalada y verter el aliño por encima.

Con miel

Para esta receta necesitarás 4 manojos de lechuga de diferentes variedades. Para el aliño, utilice 50 g de aceite de oliva, 30 g de vinagre de vino, 1 cucharadita de miel sin azúcar, pimienta y sal.

Lavar bien la lechuga y dejar escurrir el agua. A continuación, deje las hojas más pequeñas intactas y divida el resto por la mitad. Para preparar el aderezo, bata el resto de los ingredientes. Por último, disponga la ensalada en un plato, vierta el aliño por encima y mezcle bien.

Con ajo

Para preparar la ensalada según esta receta, tome 4 manojos de lechuga, 50 g de aceite magro, el zumo de medio limón, 4 dientes de ajo, pimienta y sal.

Poner la lechuga bien lavada en un colador y sumergirla en agua hirviendo, luego dejarla un rato hasta que escurra el agua. A continuación, se cortan las hojas de lechuga en tiras ordenadas de forma que el grosor de la lechuga no supere 1 cm. A continuación, prepare el aliño mezclando todos los ingredientes restantes. Al final, poner la ensalada en una ensaladera y aliñar con el aderezo.

Con las tuercas

Para esta receta se necesitan 3 manojos de ensalada verde y 50 g de nueces, que deben estar ligeramente tostadas. Para el aliño, necesitarás 50 g de aceite de oliva, 1 cucharada de vinagre de sidra de manzana, 1 cucharada de vinagre balsámico, 1 cucharada de mostaza de mesa y 1 cucharadita de miel.

Desmontar la lechuga en hojas, lavarla y secarla bien, y moler finamente las nueces. A continuación, prepare el relleno batiendo todos los ingredientes restantes. Antes de servir, poner la ensalada con nueces en una ensaladera, verter el aliño y mezclar bien.

Vídeo: receta de rollos de hojas de lechuga Despliegue

Por qué amargan las hojas de lechuga

A veces ocurre que la lechuga que se compra tiene un toque de amargura que estropea el agradable sabor. Esto puede deberse a varias razones, así como a formas de solucionarlo. Las únicas excepciones son ciertas variedades, que inicialmente tienen esta característica.

Razones

El menor amargor puede esperarse de las variedades que tienen un zumo incoloro (tal vez ligeramente verdoso); suelen ser variedades populares para ensaladas que se han consolidado. Las variedades que desprenden un jugo blanco, similar al del diente de león, sugieren inicialmente un ligero amargor en el sabor.

La siguiente razón podría deberse a una cosecha inoportuna. En este caso, las hojas de lechuga tendrán un aspecto claramente áspero.

Cómo lidiar con la amargura

Si ocurre que la lechuga comprada tiene un notable amargor, vale la pena darle un poco de tiempo. Para ello, se aparta la lechuga rallada durante unos 15 minutos y sólo entonces se combina con el resto de los ingredientes. También es preferible romper la lechuga con las manos en lugar de cortarla con un cuchillo. De esta manera, no hay posibilidad de oxidación, que también puede causar amargura.

Si las hojas están al principio notablemente amargas, es aconsejable ponerlas en remojo en agua fría durante un rato con un poco de vinagre. También puede ser útil sumergirse en agua bien caliente durante 20 minutos. Otra forma es aderezar la ensalada con zumo de limón, que puede neutralizar el sabor amargo. El amargor también se produce en las plantas que han sido privadas de agua. En este caso, es aconsejable poner las verduras en remojo durante un tiempo después de separar las raíces.

Las lechugas amargas deben ser blanqueadas antes de ser cortadas. Para ello, cubra las plantas con un recipiente adecuado o una tela muy tupida un par de semanas antes de la cosecha. Esto no sólo evita el amargor, sino que también mejora el sabor del núcleo.

Aunque, según muchos informes, el ligero amargor del sabor de la ensalada es prueba de una alta concentración de elementos beneficiosos en la planta y sirve como un excelente estimulante del apetito. Sin embargo, los que no estén dispuestos a soportarlo pueden aprovechar alguna de las recomendaciones que aquí se presentan.

¿Puedo dar lechuga de hoja a los animales?

Para entender el asunto, lo primero que hay que hacer es especificar las mascotas en cuestión. Muchas mascotas simplemente no lo comen. Los gatos o los perros, por ejemplo, tienen una dieta completamente diferente y, por lo general, no comen lechuga ni ninguna otra verdura fresca.

¿Se puede dar lechuga de hoja a los animales?

Varios tipos de roedores, hámsters o cobayas son más propensos a disfrutarlo. Y si puedes darles este manjar, nada malo saldrá de ello. Tampoco se puede decir que sea necesario incluir la lechuga en la dieta de estos animales. Sin embargo, la lechuga no causará ningún daño.

Además, varios miembros de la fraternidad aviar no pueden rechazar la lechuga. Para estas mascotas, puede ser incluso necesario. Los loros sufren especialmente en invierno, por lo que incluso pueden beneficiarse de una dosis extra de yodo.

En cuanto a los gatos, son muy excéntricos y es difícil conseguir que coman lo que no quieren. Pero el propio gato puede sentir la falta de cualquier elemento necesario en su organismo. Por este motivo, es aconsejable, si es posible, dejar las verduras de hoja verde, incluida la lechuga, en el comedero del gato. Si el gato siente la necesidad, aprovechará la ocasión para hacerlo.

Los perros son otra cosa: les da igual lo que coman mientras huela a carne, aunque haya sido sometida a un tratamiento térmico. Por ello, el propietario debe preocuparse siempre por el perro. Al fin y al cabo, su dieta habitual necesita ser complementada en ocasiones con diversas vitaminas. También se recomienda añadir verduras frescas a las gachas en pequeñas cantidades; en esta situación la ensalada tampoco será una excepción.

En raras ocasiones, algunos gatos y perros tienen un gusto por la comida que, en principio, no es característico de ellos. Por ejemplo, algunos perros sienten pasión por los chocolates y los gatos pueden engullir pepinillos. Si, por alguna razón desconocida, un animal desarrolla un gusto por la lechuga de hoja, no puede haber ningún daño. Pero no pueden digerir esos alimentos en grandes cantidades, su estómago está preparado para una forma diferente.

Datos interesantes sobre las acelgas

La lechuga de hoja se conocía en la costa mediterránea muchos siglos antes de Cristo. Las fuentes antiguas chinas, griegas y egipcias mencionan este cultivo. La ensalada también era popular en la antigua Roma. Los estados europeos modernos adoptaron esta tradición en el siglo XVI, y llegó al territorio del estado ruso incluso más tarde, en el siglo XVII. Sin embargo, las amas de casa que conocían este producto y sabían cómo cocinarlo gozaban de gran prestigio y tenían fama de ser reconocidas como expertas cocineras.

Supersticiones alemanas
La actitud hacia la lechuga de hoja era peculiar en Alemania, donde los cocineros la manipulaban exclusivamente con guantes blancos. Se pensaba que tocar la hoja con las manos desnudas arruinaría el sabor. Sin embargo, cuando llegó el momento de mezclar el producto en la salsa, se quitaron los guantes y se realizó el procedimiento con las manos. Después de todo, el toque de una cuchara, así como el de un tenedor, estropearía definitivamente el exquisito sabor. Con una total falta de lógica todos estaban convencidos de ello.

El origen del nombre lechuga
Esta lechuga ha recibido diferentes nombres a lo largo del tiempo, pero hoy en día dos de ellos siguen siendo los más populares. El primero y más común es el conocido nombre de lechuga y el segundo, que se puede encontrar en algunas fuentes, es lechuga sembrada. Sin embargo, el nombre científico tiene una razón muy realista y proviene de la simple palabra "leche". Debe su nombre al color de su savia, que la hoja exuda cuando su membrana exterior está dañada.

La parte de la planta que está por encima del suelo es buena para comer hasta que el tallo de la planta comienza a formarse. Una vez que el tallo ha crecido, la lechuga pierde su sabor y adquiere un gusto amargo característico. En Egipto, incluso hoy en día, se considera un símbolo de fertilidad, que indica la riqueza del suelo circundante. Sin embargo, el suelo debe abonarse con estiércol mucho antes de la plantación, a partir del otoño, y se necesitan aditivos minerales especiales para que la brotación tenga éxito y el cultivo madure a tiempo.

El origen de la lechuga y sus ancestros
Ningún experto ha podido establecer aún el origen de la lechuga. Sólo se sabe de forma fiable que desde la antigüedad este cultivo se encontraba en África, Europa, Siberia, Asia y Transcaucasia, existiendo referencias históricas al respecto. En estos lugares aún hoy existe una planta de mala hierba a la que se atribuye el origen del cultivo, se llama lechuga de brújula. Hoy en día, el cultivo de esta popular planta está extendido por todo el mundo. Sin embargo, aún hoy existen variedades afines que los agricultores exterminan por considerarlas plantas de mala hierba.

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