¿Qué le hace el chocolate a su cuerpo?
El chocolate es un dulce que tiene miles de millones de fans en todos los países. Desde los niños pequeños hasta los ancianos, todo el mundo adora el chocolate, y los científicos suelen dar su opinión sobre sus beneficios. Estamos condicionados evolutivamente a creer que los alimentos grasos y dulces, es decir, nutritivos, con un alto valor energético, eran esenciales en la antigüedad.
Beneficios probados por la investigación
Los beneficios más citados son los flavonoides, que se encuentran en grandes cantidades en los granos de cacao, con los que luego se elabora el chocolate. Se han realizado experimentos que demuestran que el consumo sistemático de bebidas de chocolate en adultos reduce la presión arterial en una media de cuatro milímetros de mercurio, lo que a su vez reduce el riesgo de infarto. Entre otras cosas, se sabe que los estudios demuestran que el consumo de flavonoides aumenta el flujo sanguíneo al cerebro, lo que mejora su funcionamiento. Por eso, es una buena idea tomarse unas rodajas de chocolate antes de estudiar. Por consiguiente, el chocolate tiene un efecto positivo sobre las capacidades cognitivas.
Entre otras cosas, el chocolate y las bebidas que lo contienen son excelentes antidepresivos, que ayudan a relajarse y a normalizar el estado emocional. Además, la catequina que contienen los flavonoides reduce los radicales libres en la sangre. Es una buena prevención para las úlceras gástricas e intestinales.
Chocolate: medicina o veneno
Sin embargo, es necesario tener en cuenta que el contenido de flavonoides en el chocolate es muy bajo en comparación con el azúcar y las grasas, que se reflejan negativamente en el organismo. El consumo frecuente de chocolate que contiene cafeína y teofilina también puede provocar vómitos y molestias estomacales.
Las personas con problemas de piel probablemente sepan que el consumo sistemático de chocolate se refleja en un aumento de las erupciones cutáneas. Las golosinas azucaradas dañan el esmalte dental y también afectan al aumento de peso.
Hoy en día, la afición al chocolate se equipara, aunque de forma leve, a la drogadicción. Cuanto más a menudo se consuma, más le faltará al cuerpo. El consumo de azúcar estimula la liberación de endorfinas en la sangre.
Azúcar: una perspectiva bioquímica
El azúcar, como sabemos, está compuesto por dos tipos de azúcares simples: la glucosa y la fructosa. Y si la glucosa procede de alimentos ricos en almidón y también es metabolizada por el organismo, lo contrario ocurre con la fructosa. El cuerpo humano no es capaz de reproducirla, y la fructosa nunca se ha consumido de forma regular. Y mientras que la glucosa puede ser absorbida por cualquier célula del cuerpo, la fructosa sólo puede ser absorbida por el hígado. Y con una gran ingesta, el hígado se cansa y todo lo que no se absorbe pasa a la reserva de grasa.
La conclusión es que comer chocolate, preferiblemente chocolate negro, es algo bueno, pero, como con todas las cosas, es importante parar a tiempo.
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