Cómo arreglar un guiso salado: 10 formas probadas
Un guiso recién hecho es un plato increíblemente sabroso y especial, pero ¿qué hacer si te tiembla la mano y te pasas de sal? - No hay problema. Es fácil salvar la situación.
¿Cómo se elimina la sal extra?
Hay algunas maneras de remediar la situación:
- Si se trata de un guiso como el goulash, se puede salvar la situación añadiendo un puñado de hierbas frescas a la sartén, ya sea cilantro, perejil o eneldo. Cualquier verdura resalta perfectamente el sabor de la carne y le da un aroma exquisito.
- Abra la lista de ingredientes y añada todos los ingredientes de nuevo. Entonces la sal se distribuirá por más parte del plato y su sabor se mezclará perfectamente con el guiso.
- Añade el arroz en la bolsa y cocina a fuego lento. Este cereal es un excelente absorbente, absorberá todo el exceso de sal, dejando el plato con la cantidad justa. Una vez cocido, el arroz no debe desecharse, sino que puede utilizarse como guarnición.
- Una opción muy poco habitual: coger un puñado de harina, meterlo en una gasa y enrollarlo. Sumergir el saco en el plato y cocinar a fuego lento durante un tiempo. La harina absorberá la sal. Puede que tengas que añadir más sal.
- Otra opción, pero que requiere más tiempo, es hacer un nuevo guiso. Por ejemplo, has hecho una menestra de verduras que accidentalmente has salado en exceso. Así que prepara un guiso de pescado o carne sin sal. El pescado y la carne van muy bien con las verduras. Combina los dos tipos de guiso y ¡voilá! ¡El nuevo plato está listo!
- Haz una guarnición. Hervir las patatas y no salarlas. Añade las patatas cocidas al guiso, remueve y tendrás un plato aún más contundente para alimentar a toda la familia.
- De vuelta al guiso de carne. Si está demasiado salado, puedes hervir guisantes o trigo sarraceno, lo que quieras. Naturalmente, lo cocinamos sin añadir sal. Mientras se cocina, añadir la guarnición al goulash y remover. Estamos salvados. No hay que tirar el plato.
- También hay una forma muy sencilla: coger 250 ml de agua y añadirla al guiso, cubrirlo con una tapa durante 5 minutos, cocerlo a fuego lento, luego abrir la tapa y ponerlo a fuego máximo. La sal se evaporará con el líquido. Importante: no se debe añadir agua a un guiso ya cocido, ya que todos los ingredientes se desbordarán.
- Los tomates se pueden añadir a cualquier guiso. Son una forma maravillosa de diluir el plato y matizar su sabor, además de distribuir la sal ocupando una gran parte de ella.
- Y por último, tomar el antónimo de salado: dulce. Una cucharada de azúcar salvará el plato si está ligeramente salado.
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