Coles de Bruselas: beneficios para la salud y contraindicaciones
Las coles de Bruselas son un cultivo hortícola común en el mundo y no crecen en estado salvaje. Fue cultivada y bautizada por primera vez por los agrónomos belgas en el siglo XVI. La variedad se hizo rápidamente popular en Francia y Alemania, y en la antigua Unión Soviética apareció a mediados del siglo XIX, pero debido a sus exigentes condiciones climáticas no se generalizó. Actualmente es una de las variedades de col más populares en Estados Unidos, Canadá y el Reino Unido, siendo Holanda su principal importador. ¿Por qué ha ganado tanto reconocimiento en Occidente, cuáles son sus beneficios para el organismo y se pueden convertir las coles de Bruselas en un plato realmente interesante?
- ¿Qué aspecto tienen las coles de Bruselas?
- Composición y calorías
- ¿Cuál es la utilidad de las coles de Bruselas?
- Beneficios comunes
- Para las mujeres
- Para los hombres
- Para el embarazo
- Para la lactancia materna
- Para los niños
- Adelgazar
- Las coles de Bruselas en la medicina
- Diabetes mellitus
- Para la pancreatitis
- Para la gastritis
- Para la gota
- Colecistitis.
- Riesgos y contraindicaciones para la salud
- Cómo conservar las coles de Bruselas
- Cómo cocinar las coles de Bruselas
- Cómo hervir
- Cómo asarlo.
- Por qué las coles de Bruselas son amargas
- ¿Puedo comer coles de Bruselas crudas?
- Datos interesantes sobre las coles de Bruselas
¿Qué aspecto tienen las coles de Bruselas?
Esta variedad de col es una bienal. En el primer año se forma un tallo que puede llegar a tener 50 cm de longitud y 1,5 cm de grosor. También desarrolla pequeñas hojas en tallos finos de unos 20 cm de longitud. Los brotes comestibles se disponen en el tallo, con un diámetro que oscila entre 3 y 4 cm, con hasta 50 en cada tallo. En el segundo año de floración se forman las semillas necesarias para la resiembra. Hay más de 500 semillas por 1g y sobreviven durante los siguientes cinco años.
La variedad más común de coles de Bruselas se considera Hércules. Tiene un buen rendimiento y es muy resistente a las heladas.
Composición y calorías
Las coles de Bruselas son un tesoro de vitaminas, macro y micronutrientes. Sobre todo contiene vitaminas del grupo B (B1, B2, B6, B9), ácido ascórbico - hasta 104 mg por 100 g de producto seco. También es rico en fósforo, sodio, potasio, calcio, magnesio, cobre, yodo, hierro y aminoácidos esenciales.
En cuanto a las calorías, sólo hay 43 kcal por cada 100 g de producto. La proteína es de 4,8 g, los carbohidratos de 8,0 g y no hay grasa. Las coles de Bruselas ostentan el récord de contenido en proteínas entre otras variedades. Sólo hay 1,2 g por 100 g en la col de Pekín, 1,8 en la col blanca normal y 3 en el brócoli. Esta cantidad de proteínas es difícil de encontrar en cualquier otra verdura. Por eso es una buena opción para los deportistas y las personas que luchan contra la obesidad.
La composición bioquímica de las coles de Bruselas las hace no sólo excelentes para la dieta, sino también adecuadas para su uso médico.
¿Para qué son buenas las coles de Bruselas?
Beneficios generales
En términos de vitamina C, los pequeños brotes son varias veces más abundantes que la col blanca común. Esta hortaliza es tan concentrada como las grosellas en términos de contenido vitamínico. Sus beneficios incluyen las siguientes propiedades:
- Fortalecer el sistema inmunológico, estimulando la producción de anticuerpos (debido a la combinación de ácido ascórbico y vitamina B5).
- Mejorar el sistema cardiovascular.
- Fortalecer las paredes de los vasos sanguíneos.
- Prevención del cáncer (los responsables de esta función son los glucosinolatos, que también dan a las coles de Bruselas su amargor característico).
- Aceleración de la curación de las heridas.
- Ralentizar el proceso de envejecimiento.
- Mantenimiento de la vista (los antioxidantes previenen las cataratas).
- Prevención del daño neuronal y prevención de la enfermedad de Alzheimer (la vitamina K es la responsable).
- Aumento del volumen pulmonar, minimizando el riesgo de enfermedades víricas y respiratorias.
- Estimulación de la salida de la bilis.
- Normalización de las heces y eliminación del estreñimiento.
- Efectos beneficiosos para el páncreas.
Como las coles de Bruselas tardan bastante en madurar (pueden tardar hasta 150 días si se plantan directamente en la tierra), se consideran una excelente fuente de vitaminas durante el otoño y el invierno.
Para las mujeres
Además de todas las propiedades mencionadas, las coles de Bruselas son extremadamente importantes para el organismo femenino, ya que estabilizan el sistema nervioso, fortalecen el cabello y las uñas y ayudan en la lucha contra las enfermedades de la piel. Al tratarse de un producto dietético, puede ser consumido por las mujeres que desean perder peso.
Para los hombres
Una de las propiedades únicas de las coles de Bruselas, específica para los hombres, es la de prevenir los depósitos de colesterol en las paredes de las arterias. Pero para obtener el mejor efecto, es mejor comerlo sin salsas ni mayonesa compradas en la tienda. El compuesto orgánico de aminoácidos y glucosa evita que los vasos sanguíneos se colapsen y tiene un efecto antiinflamatorio. La Academia Americana de Cardiología recomienda que todos los hombres con riesgo de padecer enfermedades cardíacas coman coles de Bruselas.
Los científicos también han demostrado que las coles de Bruselas tienen un efecto positivo en el recuento de esperma, aumentando su movilidad y capacidad de supervivencia. Por lo tanto, debe añadirse a la dieta de una pareja que planea un embarazo.
En el embarazo.
Los nutricionistas recomiendan encarecidamente añadir esta variedad de col a la dieta diaria de las futuras madres por su alto contenido en ácido fólico. Es responsable de la correcta formación y desarrollo del sistema nervioso del niño y minimiza el riesgo de malformaciones intrauterinas. La vitamina C, que actúa como antioxidante, ayuda a las mujeres embarazadas a tener un buen aspecto. La fibra es un laxante natural.
Cuando la lactancia materna
La dieta de una madre lactante debe consistir siempre en verduras saludables. Las coles de Bruselas no son una excepción. Sin embargo, sólo deben consumirse guisadas o hervidas (no fritas ni crudas). Las coles de Bruselas son importantes para las madres jóvenes, especialmente como complejo natural de vitaminas y minerales con un alto grado de absorción. Pero es aconsejable empezar a comerlo antes de que el bebé tenga un mes. Las coles de Bruselas aceleran la recuperación del cuerpo femenino tras el parto y estimulan la producción de leche.
Para el bebé
Las coles de Bruselas son únicas por su hierro fácilmente digerible, que previene el desarrollo de la anemia. Esto se debe a la presencia de vitamina C en el producto, que también refuerza la inmunidad de los niños y ayuda a combatir las enfermedades estacionales.
Muchos médicos recomiendan este tipo de col como primer alimento complementario. Esto se debe a que rara vez provoca una reacción alérgica y es muy beneficioso para la salud del bebé. Pero debería empezar con 1-2 cucharadas de puré de cabezas hervidas.
Adelgazar
Las coles de Bruselas tienen un alto contenido en proteínas sin nada de grasa. Esto lo convierte en un excelente sustituto de las clásicas guarniciones. Si estás haciendo la transición a una dieta adecuada y quieres deshacerte de los kilos de más, lo mejor es comer esa col en forma de ensalada o hervida.
Las coles de Bruselas en la medicina
En 2010 se confirmó oficialmente que las coles de Bruselas contienen indol-3-carbinol. La peculiaridad de esta sustancia es que previene el desarrollo del cáncer de mama y su reaparición. Los experimentos han demostrado que el consumo de este tipo de coles reduce los tumores malignos en más de un 60%. Este tipo de col también puede ser eficaz contra otros tipos de cáncer debido a los isotiocianatos que contiene. Estos últimos también son específicos, ya que minimizan el riesgo de infarto. El consumo regular de coles de Bruselas está indicado para el cáncer de próstata, ovario y colorrectal.
Las coles de Bruselas contienen enormes cantidades de potasio, por lo que los médicos recomiendan a las personas con problemas cardíacos que las tengan en cuenta. Si por alguna razón no te gusta el sabor, también puedes hacer una decocción con los ramilletes. Verter 200 g de caldo de col en 0,5 l de agua, poner al fuego y hervir durante 10 minutos después de la ebullición. Dejar la col en el agua durante media hora para que se infusione. El remedio resultante puede beberse 50-100 ml dos veces al día inmediatamente antes de las comidas.
Para la diabetes mellitus
Las últimas investigaciones demuestran que la combinación de zumo natural de coles de Bruselas y brotes de judías jóvenes es eficaz para controlar la diabetes. Las coles de Bruselas tienen un índice glucémico bajo (30) y, por lo tanto, están permitidas, pero sólo si están hervidas o al horno.
En la pancreatitis
Las coles de Bruselas tienen un efecto positivo sobre la mucosa gastrointestinal, aliviando la irritación del estómago y los tejidos intestinales. Por lo tanto, en la pancreatitis se permite comer, pero sólo durante la etapa de remisión. Durante una exacerbación, debe evitarse. Para empezar, es mejor hervir la col sin ninguna especia y triturarla hasta convertirla en un puré. El primer día no puedes comer más de 2-3 cucharadas y ver cómo reacciona tu cuerpo. Si no hay dolor, es aceptable aumentar su cantidad en la dieta diaria hasta 100 gramos.
Gastritis
Se pueden comer casi todos los alimentos con gastritis, pero no crudos. Esto también se aplica a las coles de Bruselas: contienen mucha fibra bruta, que puede ser muy irritante para la sensible mucosa del estómago. Esto puede provocar un empeoramiento de la enfermedad. Lo mejor es comerlo crudo, sin especias ni ácidos (limón y vinagre).
Para la gota
Las coles de Bruselas no deben consumirse con la gota por su alto contenido en purinas. Puede agravar la enfermedad.
Colelitiasis aguda
La colecistitis es una inflamación de la vesícula biliar y puede producirse con o sin cálculos. Al formular una dieta, los médicos recomiendan evitar el consumo excesivo de alimentos ricos en vitamina C, entre los que se encuentran las coles de Bruselas. Si una persona ha sido diagnosticada con oxalatos, es mejor excluir este tipo de col del menú.
Daños y contraindicaciones
A pesar de los grandes beneficios para la salud de la coliflor, también puede ser perjudicial. Tiene componentes que pueden interferir con el funcionamiento estable de la glándula tiroides, en particular para estimular el desarrollo del hipotiroidismo. Los goitrógenos que contiene reducen la cantidad de hormonas que produce el cuerpo. Pero hay pruebas de que el tratamiento térmico destruye algunos de ellos.
Otras contraindicaciones son:
- hiperacidez del estómago;
- Exacerbación de enfermedades gastrointestinales crónicas;
- Intolerancia individual.
Cómo conservar las coles de Bruselas
Hay varias formas de conservar las cabezas de col para el invierno. El primer método es adecuado para las personas que las cultivan en su propio jardín. Suspende el tallo con las cabezas de col en pequeños ganchos y corta previamente todas las hojas. Esto mantiene todas las propiedades del producto durante mucho tiempo. Pero este enfoque sólo es relevante si tienes tu propia bodega. Algunas personas almacenan estas coles cortadas en cajas. Sin embargo, la humedad debe ser del 90% y la temperatura no debe superar los 0 °C.
En casa, lo mejor es conservar las coles de Bruselas en el frigorífico. Pero las coles de Bruselas crudas sólo pueden conservarse unos meses. También se pueden encurtir, congelar o salar. Antes de congelar cada brote, déjelo en agua fría durante 10-15 minutos y luego póngalo en agua hirviendo durante 2 minutos. A continuación, debe enfriarse, envasarse en un recipiente de almacenamiento (puede utilizarse una bolsa normal) y meterse en el congelador.
Cómo hacer que tus coles de Bruselas sean realmente sabrosas
Con las coles de Bruselas se pueden preparar muchas ensaladas, guisos y primeros platos. Se puede freír, hornear o cocinar al vapor. Las coles de Bruselas se consideran una de las mejores guarniciones para la carne. Pero hay que tener en cuenta que si se cocina durante demasiado tiempo, acabará perdiendo su elasticidad inicial y tendrá un olor ligeramente desagradable y picante.
Cómo cocinar
Para cocinar las coles de Bruselas, lo mejor es utilizar la olla más grande que tengas. Esto se debe a que durante la ebullición la col se hinchará un poco y, por tanto, aumentará de tamaño. Si se utiliza col congelada, no es necesario descongelarla. Enjuague previamente las frescas, retirando las hojas superiores si están dañadas. A continuación, corte no más de 2 mm de la base del tallo y haga una incisión en forma de cruz. Esto acelerará el proceso de ebullición.
Las coles de Bruselas frescas deben hervirse en agua hirviendo ligeramente salada durante al menos 7 minutos, las congeladas no más de 12 minutos inmediatamente después de llegar al agua hirviendo. Se puede añadir un poco de zumo de limón al final del proceso para eliminar cualquier olor peculiar. La cabeza cocida se puede perforar fácilmente con un cuchillo o un tenedor.
Cuando se utiliza una multicocina, el mejor modo de cocinar las coles de Bruselas es la cocción a fuego lento.
Una receta sencilla para los que están conociendo este maravilloso producto se puede hacer añadiendo ajo picado o troceado a la col hervida y aliñándola con crema agria baja en grasas. Sin embargo, es importante hervirlo bien para conseguir el sabor perfecto.
Receta de sopa de coles de Bruselas
Esta sopa dietética a base de coles de Bruselas es ideal para saciar el hambre y no afectará a tu figura. Para hacerla, necesitarás:
- 3 litros de caldo de pollo;
- 150 g de coles de Bruselas;
- 1 zanahoria;
- 3 patatas medianas;
- 1 cebolla;
- 1-2 dientes de ajo;
- sal, condimento al gusto.
Proceso de cocción:
- Lo primero que hacemos es hervir el caldo de pollo. Para ello ponemos la carcasa del pollo en una olla, vertemos agua, llevamos a ebullición, retiramos la espuma, salamos y seguimos cocinando durante otros 15 minutos.
- Picar finamente las cebollas y las zanahorias y pocharlas en aceite vegetal o añadirlas a la carne inmediatamente. En el segundo caso, la sopa será más saludable.
- Cocinar las verduras a fuego lento durante 7-10 minutos más.
- Sacar la carcasa del pollo, retirar la carne y devolverla al caldo.
- Cortar los ramilletes transversalmente, echarlos en el agua y cocerlos a fuego lento durante no más de 10 minutos.
- Retirar la sopa del fuego y dejarla macerar.
Sopa de coles de Bruselas con albóndigas
Otra receta de sopa que les encantará a los niños. Es una gran alternativa a la sopa de remolacha verde durante el frío del invierno.
Productos:
- agua limpia - 2,5 l;
- patatas - 4 uds;
- filete de pollo - 1 ud;
- Coles de Bruselas (frescas o congeladas) - 300 g;
- ajo - 3 dientes;
- zanahorias - 1 ud;
- Aceite de oliva prensado en frío - 3 cucharadas;
- Cebolla - 1 ud;
- eneldo seco - 1 cucharadita
- Hoja de laurel - 2 hojas;
- perejil fresco - un manojo pequeño;
- Pimentón molido, sal, pimienta - al gusto.
La cantidad indicada de ingredientes hará 6 porciones de sopa. El tiempo total de cocción es de 45 minutos.
- Vierte agua limpia en una cacerola grande, pon la tapa y ponla a fuego alto. Mientras el agua hierve, prepara todas las verduras y la carne.
- Enjuague el filete bajo el agua corriente, séquelo, quítele el papel de aluminio a la carne y córtelo en trozos pequeños. Pícalo en carne picada con una picadora de carne o una batidora. Añadir a la carne unos dientes de ajo, pimentón, pimienta negra y perejil fresco. Formar la carne picada en pequeñas bolas de no más de 2 cm de diámetro.
- Añadir las albóndigas al agua hirviendo y hervir durante 7-10 minutos, luego bajar el fuego al mínimo.
- Si utiliza coles de Bruselas congeladas, sáquelas del frigorífico una hora antes de cocinar la sopa y déjelas descongelar. Enjuague las frescas con antelación y, posiblemente, retire las hojas superiores si están dañadas. Cortar los brotes grandes por la mitad. Corte también el corazón para acelerar la cocción de los ramilletes. Añadir la col al agua y cocerla durante 7 minutos a fuego lento.
- Cortar las patatas en tiras pequeñas, las cebollas en dados pequeños y picar las zanahorias con un rallador. Añade las verduras al caldo después de las albóndigas o fríelas en aceite de oliva antes. Asar la mitad de las zanahorias y las cebollas y añadir la otra mitad inmediatamente al agua.
- Después de las verduras, añade la hoja de laurel, unos granos de pimienta y sal.
- Retirar la sopa del fuego y dejarla infusionar durante 10 minutos. A la hora de servir, espolvorear la sopa con hierbas frescas.
Cómo asar
Las coles de Bruselas también se pueden freír. La fruta fresca debe hervirse primero de acuerdo con la receta anterior y la fruta congelada puede ponerse en una sartén directamente. Poner a fuego lento, añadir un poco de mantequilla y freír unos minutos. Sazonar con sal y pimienta y un chorrito de zumo de limón y freír a fuego medio durante otros 7 a 10 minutos.
Las anfitrionas deben tener en cuenta que las coles de Bruselas desprenden un olor desagradable si se queman en la sartén. Esto se debe a la presencia de azufre en ella.
Receta de coles de Bruselas al horno con queso
Esta es una gran opción para un aperitivo o un segundo plato completo. Para prepararlo hay que tomar:
- 250 g de coles de Bruselas;
- 50 ml de leche;
- 30g de mantequilla;
- 1 cucharadita de harina;
- 50g de queso duro;
- 1 pizca de sal.
Proceso de cocción:
- Lo primero que hay que hacer es hervir la col. Vierta un litro de agua en una cacerola y deje caer la col en el agua hirviendo. Hervirlos durante no más de 10 minutos. El repollo congelado puede tardar más en cocinarse completamente (hasta 15 minutos).
- Mientras hierve la col, prepara el resto de los ingredientes: pica el queso con un rallador grueso.
- En una sartén seca, freír la harina durante no más de 1 minuto, añadir la leche y remover durante 5 minutos. La salsa debe ser espesa. Retirar del fuego y añadir la mantequilla.
- Poner la col hervida en un escurridor y dejar escurrir el exceso de agua.
- A continuación, secar la col y asarla en una sartén durante 7 minutos. Para ello, puede utilizar mantequilla o aceite de oliva.
- Poner los brotes cocidos en un recipiente, verter la salsa por encima, cubrir con todo el queso e introducir en el horno durante 10-12 minutos a una temperatura de 180°C.
Coles de Bruselas con nueces y champiñones
Esta es una sofisticada pero sencilla receta de coles de Bruselas que puede formar parte de un menú festivo. Necesitas tomar:
- 300-400 g de coles de Bruselas;
- 300g de setas;
- 40 g de nueces (lo que usted prefiera);
- 3 cucharadas de aceite de oliva;
- 2 cucharadas de miel líquida;
- 3 cucharadas de salsa de soja;
- 3 cucharadas de zumo de limón;
- 2 ó 3 ramitas de perejil fresco;
- sal, pimienta al gusto.
Las coles de Bruselas frescas son las mejores para esta receta, pero si no tienes, las coles congeladas están bien:
- Saltear las coles de Bruselas en un poco de aceite de oliva. Es preferible cortarlo previamente por la mitad.
- Pelar los champiñones y cortarlos en tiras pequeñas. Añádelas a la col, reduce el fuego a bajo y cocina a fuego lento durante 5-7 minutos.
- Para el aderezo, coge un bol pequeño y mezcla la salsa de soja, la pimienta negra molida, la miel y el zumo de limón. Añada la salsa de soja en último lugar y sólo un poco cada vez, ya que puede ser demasiado salada según el fabricante. Es muy importante no salar demasiado las verduras.
- Verter el aliño en la sartén, remover bien y guisar durante unos minutos hasta que las verduras hayan absorbido todo el sabor.
- Picar las nueces, pero no en migajas, y añadirlas al resto de los ingredientes al final. Asarlas también brevemente.
- Probar y sazonar con sal, pimienta o zumo de limón.
- Justo antes de servir, picar el perejil y espolvorear sobre las coles de Bruselas.
Pasta con pollo y coles de Bruselas
Merece la pena probar esta receta para quien esté convencido de que el sabor de las coles de Bruselas no es de su agrado. Combinado con un buen queso y las especias adecuadas, adquiere un perfil de sabor sorprendente. Para preparar el plato se puede utilizar col fresca o congelada.
Lista de productos:
- pasta de concha - 200 g
- filete de pollo - unos 600 gr;
- mantequilla - 2 cucharadas
- aceite de oliva - 3 cucharadas;
- Coles de Bruselas - 350 g;
- queso parmesano rallado - un tercio de taza de 200 g
- sal - 1 cucharadita;
- pimienta - al gusto;
- zumo de limón - 1 cucharada;
- Caldo de pollo - 250 ml;
- cebolla roja - media cabeza;
- ajo - 2 dientes;
- perejil fresco picado - un manojo pequeño.
Proceso de cocción:
- Calentar la mantequilla y el aceite de oliva en una sartén. Si no hay aceite de oliva, cualquier aceite vegetal servirá.
- Mientras tanto, lave los filetes, quíteles el papel de aluminio y séquelos en una toalla de papel. Dorar la carne en el aceite hasta que se dore (5-6 minutos por cada lado), añadiendo un poco de sal y pimienta.
- Póngalo en un plato y deje que la carne se enfríe. A continuación, córtalo en trozos pequeños.
- Añadir la cebolla picada y freírla en mantequilla en una sartén. Añade el pimiento rojo, el ajo finamente picado y la col cortada por la mitad.
- Verter el caldo por encima, poner la tapa, bajar el fuego al mínimo y guisar durante 5-7 minutos.
- Añadir los filetes de pollo, el zumo de limón, las virutas de parmesano, la sal y la pimienta. Dejar unos minutos para que el queso se derrita y retirar del fuego.
- Hervir la pasta en una cacerola aparte según la receta del paquete. Vierta el agua, póngala en un colador y añádala a la col. Revuélvelos.
- Espolvorear perejil picado sobre el plato listo y servir. Es un gran plato para la cena que incluso a los niños les encantará.
Por qué las coles de Bruselas son amargas
Hay que entender que las coles de Bruselas son amargas por sí solas, como muchas de sus parientes crucíferas (por ejemplo, nabos y rábanos). Pero los siguientes factores pueden contribuir a la amargura:
- Cultivo y cuidados posteriores inadecuados de la planta, incluido el riego deficiente.
- Una concentración demasiado alta de nitratos.
- Almacenamiento inadecuado o descongelación y recongelación repetida de las inflorescencias.
- Aparición de enfermedades durante el transporte.
- La edad de la fruta.
Cuando compre coles de Bruselas en el mercado o el supermercado, inspecciónelas cuidadosamente. Los brotes no deben ser amarillos y las hojas deben tener un color verde brillante. Las manchas extrañas y podridas en la superficie de la col son una razón para no comprarla.
Puedes eliminar el amargor de la col añadiendo media cucharadita de azúcar y una cucharadita de vinagre por cada litro de agua. Si no hay tiempo para hervir la verdura, se puede enmascarar el amargor con especias más brillantes al asar: ajo, orégano, pimentón ahumado.
¿Puedo comer coles de Bruselas crudas?
Las coles de Bruselas pueden comerse crudas, por ejemplo en ensaladas, pero hay que estar preparado para que sean amargas. Por eso mucha gente prefiere dejar que se cocine al menos para que tenga un sabor menos picante. Pero si lo desea, también puede optar por no hervirlo, añadiéndolo a un plato en crudo - es seguro para la salud (si no hay contraindicaciones relevantes).
Datos interesantes sobre las coles de Bruselas
Las coles de Bruselas son un producto sorprendente que no tiene análogos entre otras variedades de verduras. He aquí algunos datos interesantes que pueden dar la vuelta a la percepción tradicional de la misma:
- Este tipo de col alcanza su punto máximo desde finales de septiembre hasta febrero, por lo que es una fuente ideal de vitaminas justo cuando hace frío.
- En el Reino Unido, las coles de Bruselas son una verdura clave en los menús infantiles.
- El consumo sistemático puede prevenir el desarrollo de ciertos cánceres.
- Las coles de Bruselas conservan todos sus nutrientes incluso cuando se congelan y se descongelan.
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